jueves, 21 de abril de 2016

FESTIVAL DEL DULCE

Estudiantes de la IED Bonda

El pasado 18 de marzo del año en curso, la I.E.D. BONDA, celebró el Festival del Dulce en las diferentes sedes de la institución, actividad tradicional que se viene realizando cada año en nuestro colegio.


En la región Caribe, los dulces en Semana Santa se han ‘institucionalizado’. La fecha religiosa continúa íntimamente relacionada con el ritual de comer y compartir dulces, aunque esta dinámica social tiene un mayor acento comercial en los últimos años. 
Estudiantes y personal administrativo


A continuación, nos permitimos presentar unos pequeños antecedentes históricos a la realización de esta actividad:
Se remontan a la época en que se inicia la colonización en el territorio americano, el  mestizaje y, con el desarrollo posterior de las ciudades, se generó el ‘caldo de cultivo’ para una gastronomía diversa. 

La geografía dulce de Colombia nos demuestra la fusión de tres fuentes culinarias: la indígena, la española y la africana. Las frutas tropicales mezcladas con el zumo de la caña dieron como resultado los más apetitosos dulces de la cocina americana.
Los indígenas precolombinos usaban la miel y el dulce natural de las frutas; pero el desarrollo del azúcar y la panela–infaltable en la mayoría de dulces típicos– fueron propiciados por las grandes plantaciones de caña de azúcar, planta que trajeron los españoles. Así lo explica Jennifer Marsiglia, antropóloga e investigadora en cocina tradicional.
Docentes IED Bonda
“Fue uno de los grandes negocios de la época. La mayoría de hacendados españoles tenían grandes cultivos. Se dice que el primer ingenio pudo haber estado en Santa Marta, porque Pedro de Heredia, antes de fundar Cartagena, poseía un ingenio en una isla que era intermediaria entre España y América”.   
Si bien los ingredientes y las técnicas para preparar los alimentos surgieron de la mezcla cultural, la tradición misma de ofrecer comida es tan vieja como el mestizaje.
“Hay registros en los cuales se evidencia que los aborígenes, en su momento, recibieron con viandas a los españoles”, comenta la investigadora. Señala que este patrón se repite en la actualidad en fiestas, funerales y otros actos sociales.    “La tradición no es tanto el intercambio, está más relacionada con que hay unos vínculos de cercanía con la persona a la que se le ofrece el dulce o la comida”, explica.
Algunos de los dulces más típicos de la población afro son el de guandú, ñame, coco con leche y batata. Hay otra receta con plátano y el famoso ‘mongo mongo’–mezcla de siete ingredientes distintos: plátanos verdes, papayas verdes, piña, mamey, coco, mango, panela, entre otros –.
Es costumbre en las ciudades de la costa atlántica que los vecinos compartan los dulces. Un vecino le manda al otro, los cambian.
La comunidad participando de la feria en el parque de Bonda

La antropóloga Marsiglia relata que en los tiempos de la colonización española, en los barcos provenientes del continente europeo, así como llegó la caña, llegaron también  semillas que fueron domesticadas en territorios americanos, y se intentó adaptar a las  esclavas negras el conocimiento de las señoras españolas.
“Pero la población africana tenía el conocimiento de las especias, de usar clavo, canela, anís, coco, plátano. Un aporte de ellos también fue la mezcla de dulce- salado que prevalece en algunas preparaciones que comemos”, señala Marsiglia.  
El Caribe reina en la geografía dulce.  La gastronomía de la región Caribe se destaca por su variedad de dulces típicos, respecto a las demás zonas del país, y porque además se utilizan tubérculos que no hacen parte de las reposterías de otras regiones.
A estas creaciones, fruto de la creatividad local, se le suma el entorno natural  privilegiado que tiene la región Caribe, al contar con tres pisos térmicos en los que abundan frutos exóticos que son difíciles de conseguir en otros lugares de la geografía de Colombia. Frutos como el coco, el mamey, el ñame, el ajonjolí, el hicaco, el tamarindo, el mamoncillo, la guanábana, la ciruela y muchos otros.
Los dulces en la costa colombiana están a la orden del día, congregados por la Semana Santa,  y aunque las dinámicas culturales han cambiado, las raíces históricas siguen latentes, como el toque de panela en el dulce de papaya. 

Elaborado por: Juvenal Anillo Pardo (Coordinador IED Bonda)

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